De pura honestidad templo sagrado,
Cuyo bello cimiento y gentil muro
De blanco nácar y alabastro duro
Fue por divina mano fabricado;
Cuyo bello cimiento y gentil muro
De blanco nácar y alabastro duro
Fue por divina mano fabricado;
Pequeña puerta de coral preciado,
Claras lumbreras de mirar seguro,
Que a la esmeralda fina el verde puro
Habéis para viriles usurpado;
Claras lumbreras de mirar seguro,
Que a la esmeralda fina el verde puro
Habéis para viriles usurpado;
Soberbio techo, cuyas cimbrias de oro
Al claro sol, en cuanto en torno gira,
Ornan de luz, coronan de belleza;
Al claro sol, en cuanto en torno gira,
Ornan de luz, coronan de belleza;
Ídolo bello, a quien humilde adoro,
Oye piadoso al que por ti suspira,
Tus himnos canta, y tus virtudes reza.
Oye piadoso al que por ti suspira,
Tus himnos canta, y tus virtudes reza.
El texto que se propone
para comentar es un poema de Luis de Góngora, representante de la
tendencia barroca del Culteranismo.
El poema se compone de
catorce versos endecasílabos con rima consonante, cuyo esquema
métrico es 11A-11B-11B-11A; 11A-11B-11B-11A-11C-11D-11E-11C-11D-11E.
Se trata de un soneto con los tercetos sin encadenar.
El soneto desarrolla el
tema de la belleza femenina y su descripción. Góngora aporta
originales novedades al tema, al identificar a la mujer con un templo
pagano (el tema mitológico era frecuente en este autor) y
describirla saltándose el canon clásico, empezando por los pies.
Recordemos que a los poetas del Barroco les gustaba saltarse las
normas. La alegoría encripta el tema principal y favorece el
ejercicio de ingenio.
Externamente, el soneto
presenta una estructura de cuatro partes o estrofas. A nivel interno
estamos ante una estructura circular, puesto que empieza concibiendo
a la mujer como un todo (templo) y tras describir las partes de su
cuerpo (pies, torso, boca, ojos, cabello) vuelve a la totalidad al
identificarla con un ídolo.
En cuanto a los recursos
estilísticos, los más importantes son:
Metáforas: usadas para
identificar las partes del cuerpo femenino. Son casi todas puras,
carecen de término real expresado en el texto:
templo-mujer
cimiento-pies
muro-torso
puerta-boca
lumbreras-ojos
esmeralda-verde
techo-cabello
ídolo-mujer
Hipérbatos:
v.1, v.4, v. 7/8,
v.9/10/11, v.13.
Epítetos:
templo sagrado; blanco
nácar; alabastro duro; coral preciado; esmeralda fina; claro sol.
Hipérboles:
“Fue por divina mano
fabricado”.
“Que a la esmeralda
fina el verde puro/habéis para viriles usurpado”
“Soberbio techo”
“Al claro sol... ornan
de luz”
Apóstrofe:
“Oye piadoso al que por
ti suspira”
Asíndetos:
“Ornan de luz, coronan
de belleza”
Alusiones:
“Divina mano”
“al que por ti suspira”
Cultismos:
“viriles”
Este soneto es un claro
ejemplo de cómo evolucionó la poesía renacentista en el Barroco.
Observamos que se conservan los mismos temas y las mismas formas,
pero la abundancia de recursos estilísticos y la encriptación del
tema en forma de alegoría dificultan la comprensión y causan la
admiración del lector que, al fin y al cabo, era el objetivo
principal de los poetas del XVII.
hola está de lujo (:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Un saludo.
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