miércoles, 11 de noviembre de 2015

TOMÁS DE IRIARTE: TRES POTENCIAS BIEN EMPLEADAS EN UN CABALLERITO DE ESTOS TIEMPOS. COMENTARIO PASO A PASO


Tres potencias bien empleadas en un caballerito de estos tiempos
Tomás de Iriarte
Levántome a las mil, como quien soy.
 Me lavo. Que me vengan a afeitar. 
Traigan el chocolate, y a peinar. 
Un libro... Ya leí. Basta por hoy.
Si me buscan, que digan que no estoy... 
Polvos... Venga el vestido verdemar... 
¿Si estará ya la misa en el altar?...
 ¿Han puesto la berlina? Pues me voy.
Hice ya tres visitas. A comer... 
Traigan barajas. Ya jugué. Perdí... 
Pongan el tiro. Al campo, y a correr...
Ya doña Eulalia esperará por mí... 
Dio la una. A cenar, y a recoger... 
«¿Y es éste un racional?» «Dicen que sí.»

INTRODUCCIÓN
El texto que se propone para comentar es un poema de Tomás de Iriarte, autor del Neoclasicismo español y célebre fabulista. Se encuadra, por tanto, en la literatura del siglo XVIII.

ANÁLISIS MÉTRICO




















El poema se compone de catorce versos endecasílabos con rima consonante y aguda, cuyo esquema métrico es 11A-11B-11B-11A-11A-11B-11B-11A-11C-11D-11C-11D-11C-11D. Se trata, por tanto, de un soneto con los tercetos encadenados. La rima aguda que se mantiene a lo largo de toda la composición puede ser un resultado de la palpable influencia francesa en la literatura española durante la época: recordemos que la rima española tiende a ser llana.

TEMA





















Iriarte describe un día en la vida de un noble, vida disipada e improductiva. El tema es claramente didáctico, propio de la literatura del Neoclasicismo.




ESTRUCTURA

















Como buen neoclásico, Iriarte sigue las reglas propias del soneto utilizando una estructura sintética al servicio de su finalidad didáctica y presenta el tema central en el último verso, a modo de reflexión moral. Los diez versos anteriores, con distinto narrador, tienen una estructura lineal, ya que describen los acontecimientos a lo largo de un día y siguen una línea temporal.




RECURSOS















Los recursos están elegidos de manera que en ningún momento enmascaren el mensaje, por lo cual no hay metáforas ni ninguna figura de ingenio. Sí abundan, en cambio, recursos sintácticos encaminados a dar sensación de rapidez y mecanización de actos, que hagan pensar que el comportamiento de este joven es rutinario y cotidiano:

Asíndetos: verso 2, verso 4, verso 12.

Frases cortas: verso 2, verso 3, verso 4, verso 9, verso 10, verso 11, verso 13.

Oraciones suspendidas: "Un libro..."; "Polvos... Venga el vestido verdemar..."; "A comer..."; "Perdí..."; "a correr..."; "a recoger..."

Interrogaciones retóricas: "¿Estará ya la misa en el altar?"; "¿Han puesto la berlina?"; "¿Y es éste un racional?"

También se utiliza la elipsis para acentuar la sensación de rapidez: "Un libro..."; "Polvos..."; "A comer..."

CONCLUSIONES

Tras analizar el soneto se puede decir que presenta numerosos elementos pertenecientes al Neoclasicismo, desde la finalidad didáctica propia de la época, presente en el tema, hasta la presencia del tema en el último verso, como exigían las normas clásicas, o la elección de un único tema que no esconda la lección moral y de recursos que tampoco encubran el mensaje.








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