Buenos días, con la meteorología hemos topado. La palabra de hoy es "eólico":
Del lat. Aeolĭcus, y este del gr. Αἰολικός Aiolikós, der. de Αἴολος Aíolos 'Eolo', dios de los vientos y padre del pueblo eólico en la mitología clásica.
1. adj. eolio. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a Eolo, dios de los vientos.
3. adj. Perteneciente o relativo al viento.
4. adj. Producido o impulsado por el viento. Erosión eólica. Rotor eólico.
parque eólico
El adjetivo de tres terminaciones AEOLICUS-A-UM procede, efectivamente, del sustantivo AEOLUS-I de la segunda declinación. El latín toma literalmente el nombre del dios del viento del griego.
Los Anemoni eran los vientos en griego (VENTI en latín). De este vocablo procede "anemómetro", nombre del instrumento utilizado para medir la fuerza o velocidad de este meteoro. Había cuatro principales: Bóreas o viento norte, llamado en latín Aquilo o Septenio; Noto, o viento sur, en latín Auster; Céfiro o viento del oeste, Favonio en latín y Euro o viento del este, Subsolanus en latín. Aparte estaban otros vientos con más de un componente, como noroeste, sudoeste, etc: Cecias (Caecus), Apeliotes (Argestes), Coro (Caurus) y Libia (Áfricus). La mitología griega, como sabemos, convertía en deidades a las fuerzas de la naturaleza y les otorgaba poderes sobrenaturales.
Vayamos a la etimología: el diptongo AE de AEOLICUS sufre una reducción en E que, según muchos autores, causa la ruina del sistema vocálico latino basado en la cantidad para habilitar el grado de abertura como rasgo distintivo. La oposición entre largas y breves tuvo concomitancias de timbre dando lugar a una vocal nueva, esta E procedente de AE que era a la vez larga y abierta (hasta entonces las largas eran cerradas y las breves abiertas, y ya existía una E abierta procedente de vocal breve) lo cual obligó a habilitar la distinción del timbre como rasgo pertinente. Esto trajo como consecuencia que el acento quedase libre sin verse obligado a recaer en una determinada sílaba y que la sílaba tónica quedase realzada frente a la tónica, a la vez que en posición átona se neutralizó la oposición entre abiertas y cerradas. Es lo que Lausberg denomina "colapso de las cantidades". El diptongo AE sobrevive en algunos cultismos, como los formados con el prefijo "aero-": aeronave, aerosol, etc.
"Eolo" aparece ya en el Tesoro de Covarrubias.
Y con esto me despido hasta mañana. Abrigaos, que estamos en diciembre y Bóreas azota sin piedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario